MRV y aplicación

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Una información creíble sobre las emisiones es la base fundamental de un régimen de comercio de emisiones. Por lo tanto, es importante que las emisiones se monitoreen de forma precisa y coherente (M), se reporten a los reguladores (R) y se verifiquen (V). El establecimiento de un marco legal de MRV para el seguimiento del cumplimiento garantiza que una "tonelada es siempre una tonelada". Esto, junto con las disposiciones de aplicación, incluidas las sanciones por incumplimiento, garantiza que el sistema sea digno de confianza, justifica los precios de los permisos de emisión y contribuye a su eficacia medioambiental.

Las emisiones pueden medirse mediante el monitoreo directo de las emisiones, en el que las emisiones en tiempo real se miden mediante un dispositivo (como un monitor de emisiones continuo o sistema CEM). Alternativamente, los niveles de emisiones pueden calcularse utilizando factores de emisión de combustibles o de procesos químicos. En cualquiera de los casos, las emisiones deben notificarse periódicamente a la autoridad competente. Es importante contar con un sistema sólido de garantía y control de calidad que se ajuste a las normas establecidas. El sistema puede ser auditado o verificado por inspectores del gobierno o por terceros expertos para garantizar un sistema de comercio sólido y eficaz. Además, algunos sistemas designan a entidades de acreditación que certifican la competencia de una organización privada para verificar el cumplimiento de las fuentes de emisión cubiertas.

Al crear incentivos para el cumplimiento, el diseño de un SCE puede ayudar a minimizar la necesidad de sanciones. Las disposiciones de aplicación que identifican las consecuencias para el caso de que las entidades no cumplan pueden ayudar al funcionamiento del sistema. Estas pueden incluir sanciones monetarias, penales o límites de emisión más estrictos para el siguiente periodo de monitoreo.

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